Solomillo de cerdo ibérico al ron

INGREDIENTES (para 3 personas)

2 solomillos ibéricos. 1 cebolla. 3 dientes de ajo. 1 zanahoria. 1 puerro. 1 vaso grande de agua. Sal. 1 vaso pequeño de ron. 2 cucharadas de mostaza en grano ( antigua).Aceite de oliva.

ELABORACIÓN

Limpiamos con un cuchillo con puntilla los dos solomillos retirando los cordones laterales y las vainas musculares superficiales que los recubre. Troceamos estos recortes de carne en trozos pequeños y los freímos en un poco de aceite hasta que esté prácticamente quemados.

Entonces añadimos a la cazuela donde la carne se esta sofriendo, media cebolla, el puerro y la zanahoria muy picado todo y lo sofreímos hasta que la cebolla cambie de color momento en el cual incorporamos un poco de sal y un vaso grande de agua y lo dejamos hervir durante 30 minutos para que se haga un caldo oscuro que luego filtraremos y reservaremos.

Por otro lado sellamos los solomillos por todas sus caras en sartén con un poco de aceite y los reservamos.

En el mismo aceite de sellar los solomillos sofreímos media cebolla y los 3 dientes de ajo laminados y cuando este sofrito empiece a oscurecer su color le añadimos el vaso pequeño de ron ( 200 ml) y un vaso grande (400 ml) del caldo de carne que habíamos filtrado en el que hemos disuelto las dos cucharadas de mostaza la antigua.

Añadimos de nuevo los solomillos a este caldo y dejamos cocinar a fuego bajo durante 10 minutos para que la carne quede roja por dentro. Reservamos de nuevo los solomillos , trituramos la salsa ,probamos la sal, cortamos los solomillos en medallones y lo volvemos a incorporar a la salsa y reservamos el conjunto hasta el momento de consumirlos.

Acompañamos este plato de carne con unas patatas fritas crujientes que cocinamos de la siguiente manera: cortamos las patatas en láminas del mismo tamaño y grosor y las ponemos en la sartén con el aceite frío y lo arrimamos al fuego a potencia media para que se pochen desde frío para que no se peguen entre ellas. Cuando estén pochadas apagamos el fuego y dejamos las patatas en la sartén con el aceite hasta que se enfríen. En el momento de ir a consumirlas ponemos de nuevo la sartén al fuego a máxima potencia hasta que se doren. De esta forma quedan crujientes por fuera y blandas por dentro y no se pegan unas a otras.

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